El sistema de transporte público de Buenos Aires da un importante paso hacia la modernización con la implementación de nuevos métodos de pago sin contacto en el subte y premetro. Esta innovación, que beneficiará a entre 700.000 y 800.000 pasajeros diarios, permite ahora abonar los viajes utilizando tarjetas de débito, crédito y dispositivos móviles con tecnología NFC, además de mantener la opción tradicional de la tarjeta SUBE.
La integración de estos nuevos medios de pago representa una significativa mejora en la experiencia del usuario, especialmente para turistas y residentes que ya no dependerán exclusivamente del efectivo o de tarjetas específicas para utilizar el servicio. En cada estación se han habilitado inicialmente dos molinetes equipados con tecnología NFC, con planes de expansión para aumentar la cobertura en el futuro cercano.
Las entidades financieras se han sumado a esta iniciativa con diferentes promociones y beneficios. El Banco Nación, por ejemplo, ofrece un programa de reintegros con un tope semanal, válido durante diciembre 2024 y enero 2025. Por su parte, el Banco Ciudad ha implementado un esquema similar de reembolsos, mientras que aplicaciones financieras como Ualá y Lemon complementan estas ofertas con descuentos adicionales que pueden reducir significativamente el costo del pasaje.
La implementación de este sistema forma parte de un proyecto más ambicioso que busca extender estas opciones de pago a otros medios de transporte público, incluyendo colectivos y rutas interjurisdiccionales. Esta integración promete simplificar aún más la movilidad en la ciudad, creando un ecosistema de transporte más eficiente y accesible.
Infraestructura deficiente
Sin embargo, el nuevo sistema no está exento de desafíos. La limitada infraestructura NFC, actualmente disponible solo en algunos molinetes, representa una restricción temporal que deberá ser abordada en las próximas fases del proyecto. Además, han surgido algunas críticas relacionadas con el uso de fondos públicos para financiar descuentos ofrecidos por entidades bancarias privadas.
En el contexto más amplio del transporte público, esta modernización coincide con un período de tensión laboral en el sector. Los conductores afiliados al sindicato UTA han manifestado su preocupación por las actualizaciones salariales en un contexto de alta inflación, organizando protestas y marchas desde Plaza Miserere hacia la sede sindical.
Para los usuarios, estos cambios representan una notable mejora en la accesibilidad y conveniencia del sistema de transporte público. La posibilidad de utilizar diferentes medios de pago, combinada con los descuentos y promociones vigentes, hace que el servicio sea más atractivo y económico, con algunos pasajes costando bastante menos después de aplicar los beneficios.
De cara al futuro, este sistema promete transformar significativamente la manera en que los ciudadanos interactúan con el transporte público en Buenos Aires. La gradual expansión de la infraestructura NFC y la potencial integración con otros medios de transporte sugieren que estas mejoras son solo el comienzo de una modernización más amplia del sistema de transporte público de la ciudad.
Fuente: GCBA, Emova y relevamiento informativo
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