La Ciudad de Buenos Aires avanza con el ambicioso proyecto "Calles Verdes", una iniciativa que busca revitalizar el microcentro porteño mediante la creación de espacios peatonales, áreas verdes y mejoras en la infraestructura urbana. Con una inversión estimada de 6 millones de pesos y una duración prevista de 14 meses, las obras prometen transformar el paisaje de una de las zonas más transitadas de la capital. Sin embargo, mientras los plazos se extienden hasta 2026, muchos se preguntan: ¿dónde están los cambios que se prometieron?

El proyecto, que abarca un diseño en forma de "L" desde las calles Tucumán y 25 de Mayo hasta la avenida Córdoba, incluye la plantación de 85 nuevos árboles, la instalación de farolas, dársenas y mobiliario urbano. Estas intervenciones buscan no solo embellecer la zona, sino también promover la sustentabilidad y mejorar la calidad de vida de residentes y turistas. A pesar de los beneficios anunciados, las obras avanzan a un ritmo lento, lo que ha generado expectativas y dudas entre los vecinos.

Uno de los principales objetivos de "Calles Verdes" es hacer más accesibles y agradables las calles del microcentro, una zona que ha sufrido el impacto de la pandemia, con oficinas vacías y una disminución en la actividad comercial. La creación de espacios verdes y peatonales apunta a revitalizar estas áreas, fomentando actividades recreativas y culturales al aire libre. Además, se espera que el proyecto aumente el atractivo turístico y mejore la movilidad peatonal, algo crucial en una ciudad con crecientes desafíos de tránsito.

Sin embargo, no todos están convencidos de los beneficios inmediatos. Algunos vecinos han expresado preocupaciones sobre la falta de claridad en aspectos como el uso de cocheras y el impacto en el estacionamiento. "Es una buena idea, pero no sabemos cómo afectará nuestro día a día", comentó un residente de la zona. Por otro lado, quienes apoyan el proyecto destacan la importancia de avanzar hacia una ciudad más moderna y sustentable, donde los espacios verdes jueguen un papel central.

El impacto comercial también es un tema clave. Tras la pandemia, muchas áreas del microcentro han quedado desoladas, con locales vacíos y una disminución en la circulación de personas. Las "Calles Verdes" buscan revertir esta situación, atrayendo tanto a turistas como a residentes con un entorno más amigable y atractivo. Sin embargo, los comerciantes locales esperan que las obras no afecten negativamente sus actividades durante el proceso de transformación.

A pesar de los desafíos, el proyecto representa un paso importante hacia una ciudad más sustentable y accesible. La plantación de árboles y la instalación de mobiliario urbano son solo el comienzo de un cambio que podría redefinir el paisaje de Buenos Aires. No obstante, la falta de avances visibles en algunas áreas ha generado escepticismo entre quienes esperan ver resultados concretos.

En los próximos meses, el foco estará en acelerar las obras y comunicar de manera más efectiva los beneficios del proyecto. Mientras tanto, la pregunta sigue en el aire: ¿dónde están las calles verdes que se prometieron? Para muchos, la respuesta llegará recién en 2026, cuando el proyecto esté completamente finalizado. Hasta entonces, la paciencia y la adaptación serán clave para residentes, comerciantes y visitantes.

En conclusión, "Calles Verdes" es una iniciativa con un potencial transformador para Buenos Aires, pero su éxito dependerá de cómo se gestionen los desafíos logísticos y las expectativas de la comunidad. Mientras la ciudad espera, el sueño de un microcentro más verde y habitable sigue siendo una promesa en construcción.

Caracteres: 3727
Fuente: GCBA y relevamiento informativo y en zona