En medio de un contexto económico complejo, el hospital de odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) enfrenta una demanda sin precedentes, con largas filas de pacientes que buscan atención dental. Durante el mes de enero, el servicio llegó a atender hasta 300 personas por día, un número que supera ampliamente su capacidad operativa habitual. Esta situación ha llevado a la institución a tomar medidas excepcionales, como ofrecer consultas durante el mes de febrero, algo que no se había implementado antes.
La decisión de abrir en febrero responde a la necesidad de aliviar la carga acumulada en enero, mes en el que tradicionalmente se concentra la mayor demanda. Sin embargo, este año la afluencia de pacientes ha sido aún más significativa, reflejando las dificultades económicas que atraviesan muchas familias. Para gran parte de la población, el servicio de la UBA se ha convertido en una opción accesible frente a los altos costos de la odontología privada o los copagos elevados de las obras sociales y prepagas.
La calidad de la atención y los precios accesibles son los principales atractivos que llevan a los pacientes a elegir este hospital. A diferencia de los consultorios privados, donde los tratamientos pueden resultar prohibitivos, la UBA ofrece una alternativa económica sin comprometer la excelencia profesional. Esto ha generado un aumento sostenido en la demanda, que se ha visto agravado por la crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos.
Los testimonios de los pacientes reflejan esta realidad. "No puedo permitirme pagar un tratamiento en un consultorio privado. Aquí me atienden bien y a un precio que puedo afrontar", comentó María, una de las tantas personas que esperó horas para ser atendida. Historias como la suya se repiten entre quienes acuden al hospital, muchos de los cuales deben priorizar su salud dental frente a otros gastos esenciales.
A pesar de los esfuerzos del personal médico y administrativo, la saturación del servicio ha generado desafíos logísticos. Las filas comienzan a formarse desde primeras horas de la mañana, y algunos pacientes deben regresar al día siguiente ante la imposibilidad de ser atendidos. Esta situación ha puesto en evidencia la necesidad de ampliar la capacidad operativa del hospital, algo que requiere inversión y planificación a largo plazo.
A pesar de la gran afluencia de pacientes, el compromiso de los odontologos de Odontología UBA con la comunidad sigue siendo una prioridad para la institución.
Expertos en salud pública advierten que esta situación no es aislada, sino que refleja un problema más amplio en el sistema de salud argentino. La falta de acceso a tratamientos odontológicos de calidad y a precios razonables es una deuda pendiente que afecta a gran parte de la población. En este sentido, el hospital de la UBA se ha convertido en un refugio para quienes no tienen otra opción, pero también en un ejemplo de la urgencia de políticas públicas que garanticen una atención dental universal y de calidad.
Mientras tanto, las filas continúan y la demanda no da tregua. La apertura de consultas en febrero es un paliativo, pero no una solución definitiva. En un país donde la crisis económica golpea cada vez más fuerte, la salud dental se ha convertido en un lujo que muchos no pueden permitirse, y el hospital de la UBA es testigo de esta realidad.
Fuente: relevamiento informativo y relevamiento en Hospital de Odontología UBA
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