Los vecinos de Palermo recibirán con entusiasmo la noticia que se dio a conocer esta semana: el gobierno porteño anunció oficialmente la licitación para la construcción de la nueva Línea F del Subte de Buenos Aires, que tendrá una de sus cabeceras en este emblemático barrio. Este proyecto ambicioso promete revolucionar la movilidad en la ciudad, conectando importantes zonas desde Barracas hasta Palermo y facilitando los traslados diarios para cientos de miles de usuarios.
La nueva línea recorrerá 9 kilómetros y contará con 11 estaciones estratégicamente ubicadas, estimándose que beneficiará a más de 300.000 pasajeros diarios. Para los residentes de Palermo, esta obra significará un notable aumento en las posibilidades de transporte, permitiéndoles conectarse de forma más eficiente con diversos puntos de la ciudad. Sin embargo, los vecinos deberán armarse de paciencia, ya que la estación de Palermo será la última en construirse dentro del cronograma de la obra.
Según detallaron las autoridades, la construcción se desarrollará en dos etapas, iniciándose en la cabecera opuesta ubicada en Barracas. La primera fase incluirá seis estaciones: Constitución, Cochabamba, Chile, Congreso, Tucumán y una adicional que aún no ha sido especificada. Esta estrategia constructiva busca minimizar el impacto urbano durante las obras, aunque implica que los vecinos de Palermo deberán esperar más tiempo para disfrutar de este beneficio.
Un aspecto destacado del proyecto es que la Línea F conectará con todas las demás líneas del subte, exceptuando la Línea H, aunque esta última tendrá conexión a través del innovador sistema Trambus que también se implementará. Adicionalmente, la nueva línea se vinculará con el Ferrocarril Roca, potenciando así la intermodalidad del transporte público en Buenos Aires.
El impacto de esta obra en la movilidad urbana será significativo, ya que representará un aumento del 40% en la capacidad del sistema de subte actual. Para Palermo, uno de los barrios más transitados de la ciudad, esto supondrá una notable descongestión del tráfico vehicular en sus avenidas principales y una reducción en los tiempos de traslado hacia el centro y sur de la ciudad.
Complementando la Línea F, el proyecto también incorpora dos líneas de Trambus, un sistema de transporte eléctrico similar al metrobus pero más rápido y silencioso, que ya ha probado su eficacia en ciudades europeas como Londres, Madrid y Barcelona. Este sistema, moderno y sostenible, será especialmente accesible para personas con discapacidad, reforzando el compromiso con un transporte público inclusivo.
En cuanto a plazos y costos, el proyecto tiene un presupuesto estimado de 150 millones de dólares y se prevé que la línea completa comience a operar en 2031, coincidiendo con el Mundial de Fútbol que se celebrará en Argentina. Para los residentes de Palermo, si bien la espera será prolongada, la revalorización inmobiliaria y el impulso económico que traerá consigo la nueva estación compensarán la paciencia requerida.
Los especialistas en urbanismo señalan que este proyecto no solo mejorará la conectividad de Palermo con el resto de la ciudad, sino que también contribuirá significativamente a la sostenibilidad ambiental al reducir el uso de vehículos particulares y, por ende, disminuir la contaminación. Sin duda, la futura Línea F representa una apuesta decidida por un Buenos Aires más integrado, eficiente y preparado para los desafíos de movilidad del siglo XXI.
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Fuente: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y análisis editorial del autor