La inteligencia artificial (IA) será en los próximos años una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida en las ciudades. Para tareas tan diversas como optimizar el transporte público o gestionar la energía de manera más eficiente, la IA promete transformar la dinámica urbana en Argentina y el mundo.

En términos prácticos, la IA puede analizar grandes cantidades de datos recopilados mediante dispositivos de Internet de las cosas (IoT) para tomar decisiones inteligentes. Esto incluye la automatización de sistemas de semáforos para reducir el tráfico, el monitoreo energético para disminuir costos y el análisis de incidentes para una respuesta más rápida en emergencias. Los beneficios van más allá de la eficiencia operativa. 

En Barcelona, por ejemplo, se utilizó la IA durante la pandemia para verificar los aforos en las playas, pero para preservar la privacidad de las personas se eliminaban imágenes de rostros y matrículas. Este tipo de iniciativas demuestra cómo la tecnología puede ser implementada sin comprometer la privacidad.

Sin embargo, la adopción de IA también presenta desafíos importantes. Los sesgos en los algoritmos y las preocupaciones por la privacidad, especialmente en áreas sensibles como la seguridad, son cuestiones críticas a resolver. Ejemplos como el sistema de verificación por iris en los subtes de Buenos Aires con objetivos de seguridad, que fue cancelado por errores y riesgos éticos, subrayan la importancia de un enfoque cauteloso.

Ciudades por venir con IA

El futuro de las ciudades dependerá de cómo se regulen y gestionen estas tecnologías.

La información surge de la charla del periodista especializado en IA, Sebastián Di Domenica, con Canal E.

Según él, la IA puede mejorar significativamente la vida urbana si se implementa de manera ética y responsable.

Fuente: relevamiento periodístico del editor

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