Según un reciente relevamiento del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC), una familia tipo necesitó más de 2,1 millones de pesos en enero de 2025 para cubrir sus gastos básicos en la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando el sostenido incremento en el costo de vida que enfrentan los hogares porteños.

El estudio detalla que, del total de $2.119.246 requeridos mensualmente, el 71% ($1.509.900) se destinó a servicios, mientras que el 29% restante ($609.346) fue absorbido por productos de consumo masivo, reflejando una marcada desproporción en la estructura de gastos familiares.

La canasta analizada contempla una amplia gama de necesidades básicas, incluyendo alimentos, alquiler, gastos relacionados con el mantenimiento de un automóvil de 10 años de antigüedad, medicina prepaga, educación privada para dos niños y una membresía familiar en un club deportivo, componentes considerados esenciales para una familia de clase media.

En términos de variación de precios, el informe señala que la inflación mensual de enero alcanzó el 3,65% respecto a diciembre de 2024, un dato que se encuentra en línea con el 3,1% reportado por el Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, confirmando la tendencia alcista en los precios.

La comparación interanual resulta aún más preocupante, ya que la variación de precios respecto a enero de 2024 se ubicó en un alarmante 123,69%, más que duplicando los valores del año anterior y erosionando significativamente el poder adquisitivo de las familias.

El análisis destaca que los servicios básicos, incluyendo electricidad, agua y gas, representan la mayor proporción del presupuesto familiar, lo que pone de manifiesto el peso creciente de estos gastos fijos en la economía doméstica de los hogares porteños.

Los productos de consumo masivo, principalmente alimentos y otros bienes básicos, aunque representan una proporción menor del gasto total, continúan ejerciendo una presión significativa sobre los presupuestos familiares, absorbiendo casi un tercio de los ingresos mensuales necesarios.

En este contexto económico desafiante, las familias argentinas se encuentran cada vez más exigidas por un notable atraso salarial que no logra equiparar el ritmo de la inflación, lo que genera una creciente brecha entre los ingresos y los gastos necesarios para mantener un nivel de vida medio en la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor y análisis editorial 
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