El Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires ha inaugurado su renovada unidad de terapia intensiva, un avance que busca mejorar la atención médica crítica en la capital. La modernización implicó una inversión superior a los 863.000 pesos y 13 meses de trabajo, incorporando equipamiento de última generación y adaptando las instalaciones a estándares internacionales de calidad y seguridad. La nueva unidad cuenta con respiradores avanzados, sistemas de monitoreo centralizado, refrigeración optimizada y camas electrónicas, garantizando una atención de vanguardia para todos los pacientes, independientemente de su cobertura social. Además, se implementó un sistema de monitoreo continuo 24/7, tanto presencial como a distancia, lo que permite una supervisión constante y la detección temprana de eventos adversos.

Sin embargo, este avance no oculta la realidad del sistema de salud pública en la Ciudad de Buenos Aires, que enfrenta desafíos estructurales. Según informes recientes, los hospitales públicos de la región sufren problemas crónicos como largas esperas, ausentismo de profesionales, desatención en el trato y falta de cumplimiento de criterios básicos de calidad. Muchos pacientes, incluso aquellos con cobertura social, recurren a los hospitales públicos debido a la insuficiente atención en el sector privado, lo que sobrecarga aún más un sistema ya saturado. La falta de recursos humanos y la deficiente gestión se suman a una infraestructura que, en muchos casos, sigue siendo deficitaria, a pesar de las inversiones realizadas.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con 35 hospitales públicos que atienden especialidades como clínica médica, pediatría, traumatología y cardiología, entre otras. Sin embargo, la atención primaria, que debería resolver el 80% de los problemas de salud de la población, no siempre logra descongestionar los hospitales de mayor complejidad. La estrategia de atención primaria busca integrar la asistencia, la prevención y la promoción de la salud, pero la realidad muestra que muchos centros de salud y hospitales operan al límite de su capacidad, con listas de espera prolongadas y falta de insumos básicos.

La situación se agrava por el contexto económico, que ha llevado a un aumento del 20% en la demanda de atención en hospitales públicos, ya que muchas personas han perdido su cobertura social o no pueden afrontar los copagos del sistema privado. Este fenómeno no solo impacta en la calidad de la atención, sino que también profundiza la crisis en un sistema que ya enfrenta una deuda histórica.

A pesar de los esfuerzos por modernizar unidades específicas, como la terapia intensiva del Hospital Fernández, persisten deficiencias en la infraestructura y en la dotación de personal. Muchos hospitales requieren obras urgentes y la contratación de más profesionales para recuperar camas perdidas por falta de inversión. La falta de un plan estratégico que vincule recursos humanos con la estructura edilicia y la gestión eficiente de los recursos sigue siendo un obstáculo para ofrecer una atención médica equitativa en toda la ciudad.

En este contexto, la renovación de la terapia intensiva del Hospital Fernández representa un paso adelante, pero también evidencia las asignaturas pendientes del sistema de salud porteño. Mientras se celebran los avances tecnológicos, es fundamental abordar las causas estructurales que limitan el acceso a una atención médica digna para todos los habitantes de la ciudad. La modernización de unidades críticas debe ir acompañada de políticas públicas integrales que garanticen la sostenibilidad y la equidad en el sistema de salud.

La atención médica en la salud pública en la Ciudad de Buenos Aires posee calidad y es universal, pero al mismo tiempo también un reflejo de las desigualdades sociales y económicas. Aunque se han realizado inversiones puntuales, la salud pública no puede depender solo de mejoras aisladas; requiere un compromiso sostenido con la inversión, la formación de recursos humanos y la gestión eficiente de los recursos disponibles.

La inauguración de la nueva unidad de terapia intensiva del Hospital Fernández es un avance necesario, pero insuficiente. La Ciudad de Buenos Aires debe enfrentar con urgencia los desafíos que persisten en su sistema de salud, garantizando que cada paciente, sin importar su condición social o económica, pueda acceder a una atención médica oportuna, digna y de calidad. 

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Fuente: GCBA, relevamiento informativo, análisis editorial