Expertos en tecnología y pedagogía de diferentes países suelen exponer recomendaciones concretas sobre cómo implementar efectivamente la inteligencia artificial (IA) en las escuelas primarias. Algunas de estas acciones son aplicables en las instituciones educativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A continuación algunas de estas y con el objetivo de abrir el debate en nuestra ciudad. 

En primer lugar los expertos abordan las preocupaciones generacionales respecto a los avances tecnológicos y subrayan la crucial importancia de formar a los estudiantes en el uso ético y responsable de estas herramientas desde una edad temprana.

"La educación actual debe adaptarse a la tecnología y la inteligencia artificial, no negarse a ella", afirman especialistas de países con mayor innovación educativa. Esta adaptación implica un cambio de paradigma en las metodologías de enseñanza tradicionales, con el objetivo de preparar adecuadamente a los estudiantes para un futuro donde la IA será omnipresente. Los expertos coinciden en que la resistencia al cambio, especialmente entre algunos educadores de generaciones anteriores, representa un obstáculo importante que debe superarse mediante capacitación continua y sensibilización.

La robótica educativa emerge como uno de los pilares fundamentales para la introducción de la IA en las aulas de nivel primario, según académicos de la integración tecnológica escolar. Contrario a lo que muchos podrían pensar, estos especialistas aclaran que "la robótica no es solo sobre crear robots, sino sobre desarrollar habilidades críticas y sistémicas en los estudiantes". Esta disciplina permite a los niños familiarizarse con conceptos de programación, lógica computacional y resolución de problemas complejos de manera lúdica y accesible, sentando las bases para una comprensión más profunda de la inteligencia artificial en etapas educativas posteriores.

Un aspecto destacado por psicopedagogos es la necesidad de "gestionar las emociones y la frustración de los estudiantes" al interactuar con estas nuevas tecnologías. La frustración que puede generar el no obtener resultados inmediatos o enfrentar desafíos tecnológicos puede convertirse en un obstáculo para el aprendizaje si no se aborda adecuadamente. Para esto, recomiendan implementar programas de alfabetización tecnologica que acompañen el proceso de alfabetización digital, enseñando a los alumnos a perseverar ante los desafíos y a valorar el proceso de aprendizaje tanto como los resultados.

Los expertos de diversos países enfatizan que toda tecnología implementada en el aula debe tener "un propósito educativo claro y definido". No se trata simplemente de introducir dispositivos o software por su novedad, sino de seleccionar herramientas que efectivamente contribuyan al desarrollo de competencias curriculares y transversales. "La tecnología debe ser un medio, no un fin en sí mismo", indican especialistas estadounidenses y canadienses, sugiriendo que las escuelas establezcan comités de evaluación tecnológica que analicen cada herramienta antes de su implementación.

El desarrollo del pensamiento crítico es señalado como una competencia esencial en la era de la IA por expertos y pedagogos. Estos especialistas advierten sobre los peligros de la desinformación y las fake news amplificadas por algoritmos, y recomiendan incorporar módulos de verificación de información y análisis crítico de fuentes desde los primeros años de la educación primaria. "Debemos formar ciudadanos digitales responsables, capaces de cuestionar y evaluar la información que reciben", argumentan, proponiendo ejercicios prácticos donde los estudiantes aprendan a distinguir entre información verificada y contenido generado artificialmente.

En cuanto a infraestructura, expertos en políticas educativas reconocen las disparidades existentes entre las distintas escuelas segun zona y proponen un plan gradual de implementación que contemple la realidad de cada institución. Recomiendan comenzar con proyectos piloto en escuelas con condiciones favorables, documentar las experiencias y buenas prácticas, y luego expandir gradualmente a otros establecimientos, adaptando el modelo según las necesidades específicas. Esto permitiría una implementación más orgánica y sostenible, evitando la imposición de modelos únicos que no contemplen la diversidad del sistema educativo.

Por último, los especialistas en tecnología educativa remarcan la importancia de la colaboración entre el sector educativo, los gobiernos y las empresas tecnológicas para crear un ecosistema de apoyo que facilite esta transición. Sugieren establecer programas de mentoría donde profesionales del sector tecnológico acompañen a docentes y estudiantes, donaciones de equipamiento, desarrollo de software educativo específico para el contexto local, y la creación de espacios de experimentación como laboratorios de IA y robótica accesibles para todas las escuelas de la ciudad. "La inclusión de la IA en la educación primaria no es solo una cuestión de recursos tecnológicos, sino de voluntad colectiva para preparar a nuestros niños para un futuro que ya está aquí", concluyen.

Fuente: relevamiento informativo y análisis temático editorial 
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